Los mejores materiales para sillas de exterior

Una cena para dos arropados por la cálida luz de la luna, un almuerzo entre amigos bajo el resplandeciente sol, un atardecer con un libro entre las manos… Las sillas de exterior nos acompañan en infinidad de ocasiones bellas e importantes, por lo que es importante saber cómo elegirlas para disfrutarlas al máximo.

Así, a la hora de apostar por unas sillas de exterior u otras, hay que tener en cuenta varios factores, y contemplar aspectos que abarcan desde la comodidad hasta el mantenimiento pasando, por supuesto, por los materiales. ¿Nos acompañas a repasarlos todos?

La estética de las sillas de exterior

Atrás quedaron aquellas sillas de plástico blanco apilables, ennegrecidas por el uso y las inclemencias climáticas. Ahora, nuestros espacios exteriores son una continuación del estilo que predomina en el interior de nuestras casas, hasta el punto de que las nuevas corrientes de decoración dictan que las fronteras entre ambos espacios deberían difuminarse cada vez más.

De esta manera, la tendencia indoor/outdoor facilita que ambos ámbitos dialoguen continuamente, manteniendo el concepto decorativo y la calidez del interior fuera, y la frescura y el desenfado del exterior dentro.

Por ello, las opciones a la hora de elegir sillas de exterior de diseño son cada vez mayores, como demuestran modelos como Tenna. Este mueble de ratán sintético estilo Bistró, con estructura tubular de aluminio acabada en imitación de bambú, no desmerecería, por su belleza, en un comedor.

La comodidad de las sillas de exterior

Imposible disfrutar de las sillas de exterior si no son cómodas, por atractivas que luzcan. Resulta decisivo aliarse con diseños que abracen la ergonomía y nos permitan relajarnos placenteramente, para lo que suele ser útil fijarse en la anchura del asiento (mejor cuanto mayor sea), en la altura del respaldo (ayuda que no resulte demasiado baja) y en la presencia de reposabrazos (resultará más cómoda si los tiene).

Una silla de exterior que responde de manera positiva a todos estos requerimientos es Vivian, que cuenta con un material muy de moda para muebles preparados para la intemperie: la cuerda de poliéster. Bajo su aspecto artesanal y acogedor, este elemento mantiene su flexibilidad y su preciosa apariencia también cuando está mojado, hasta el punto de que es frecuentemente utilizado para los amarres de los barcos.

Además, su estructura tubular de aluminio está recubierta por un acabado de efecto bambú, lo que hace que resulte una adición maravillosa en espacios con decoración tipo Japandi y Eco-Friendly.

Los materiales de las sillas de exterior

No es lo mismo una silla de exterior de plástico que una de forja, ni tienen nada que ver las sillas de exterior de fibras naturales con las de fibras sintéticas. ¿Por qué material decantarse? Repasemos uno a uno los que se llevan esta temporada:

Metal: Las sillas de exterior de metal pueden ser de aluminio, de acero y de hierro. El primero es perfecto para quienes buscan sillas de exterior ligeras, que puedan moverse con facilidad. Además, este elemento es duro y resistente, y soporta con facilidad las inclemencias del tiempo (no se oxida) y los cambios bruscos de temperatura. Su mantenimiento es muy sencillo: basta con usar un paño húmedo para limpiarlo.

La estética de las sillas de exterior de aluminio puede ser muy variada, como demuestra la silla de exterior Ámbito, de estilo Bistró. La misma cuenta con una estructura tubular de aluminio acabada en imitación a bambú, con asiento y respaldo en médula de rattan sintético trenzada. Asimismo, gracias a la ligereza de la que hablábamos y a su diseño, esta silla puede ser apilada con facilidad.​

​El acero, por su parte, es el más resistente y duro de los metales utilizados para fabricar sillas de exterior. Se compone de una aleación de hierro y pequeños porcentajes de otros metales, que garantizan su resistencia y durabilidad frente a todo tipo de fenómenos atmosféricos, así como frente a rayones, corrosión y golpes. Esta dureza se ve potenciada cuando posee un acabado en polvo. ¿El mantenimiento de las sillas de exterior de acero? Muy fácil: también basta con pasar un paño húmedo por encima.

El hierro, por último, es un material poco recomendable a la hora de elegir sillas de exterior: la humedad y la lluvia lo deterioran, haciendo que se desprenda la pintura y se oxiden. Además, se astillan con cierta facilidad.

Eso no quiere decir, sin embargo, que no podamos seguir disfrutando de la belleza de las carismáticas sillas de exterior de forja. Estas coquetas sillas de exterior, que antaño resultaban pesadas y de mantenimiento complicado, hoy se fabrican en acero.

Un ejemplo maravilloso de este avance es la silla Olivo, de estructura tubular de acero con acabado en pintura en polvo. Fácil de limpiar y mantener, con esta silla puedes poner un toque de color en tu exterior gracias a su amplia gama de colores.

Fibras sintéticas: Aunque nos encantan las fibras naturales, tan de moda, debemos rendirnos a la practicidad de las fibras sintéticas cuando se trata de sillas de exterior. El ratán natural, por ejemplo, es un material ligero, prácticamente irrompible y fácilmente adaptable, pero solo puede usarse para sillas de exterior cuando cuenta con un tratamiento contra plagas, así como con un barniz especial contra sol, salitre y agua. Eso sí, es preferible tenerlo siempre bajo techo.

Además, el polvo se suele acumular en su trenzado y en sus uniones que, con el tiempo y el uso, se aflojan. Si no se elimina este polvo habitualmente, las sillas de exterior de ratán natural terminan por ennegrecerse.

El rattán sintético, sin embargo, posee toda la belleza del natural, al que imita. Está fabricado en polietileno de alta densidad (HDPE), por lo que resulta muy resistente a la lluvia, el agua salada y a otros factores ambientales potencialmente degradantes para las fibras vegetales. Asimismo, resultan más económicos que sus homólogos naturales, y sus posibilidades de diseño son a la vez mayores.

La silla de exterior Prismy, de estilo Bistró, por ejemplo, posee un asiento en rattan sintético trenzado y un respaldo en rejilla de rattán sintético, y su estructura tubular de aluminio está acabada en imitación bambú. Por todo ello, la apariencia de esta silla de exterior se mantendrá prácticamente intacta pase el tiempo que pase, además de ser muy fácil de mantener: basta con limpiarla con un paño húmedo, añadiendo algo de vinagre si se ensucia demasiado.

Cuerda: Como ya apuntábamos antes, la cuerda no solo está de moda en sillas de exterior, sino que resulta confortable, atractiva y muy resistente: aguanta con facilidad los rayos uva y no absorbe el agua. Por ello, es una elección top a la hora de elegir sillas de exterior cómodas y de estilo Contemporáneo como Samanta, con estructura tubular de acero acabada en pintura en polvo.

Los mejores materiales para sillas de exterior

Esta primavera-verano seguirá triunfando el estilo indoor-outdoor, que borra las fronteras entre los espacios interiores y exteriores. Por eso, buscaremos sillas de exterior de aspecto cálido y artesanal, duraderas y resistentes, para lo que nos aliaremos con materiales como las fibras sintéticas, el acero, el aluminio y la cuerda.