Cómo elegir los mejores taburetes para tu bar o restaurante

Cada mañana, el pequeño Husein se encargaba de llevar agua al arqueólogo Howard Carter y su equipo, que se encontraban cavando, sin éxito, en mitad del desierto. Aquel 4 de noviembre de 1922 no fue distinto: el pequeño egipcio, de diez años, llegó a primera hora con su burro cargado de tinajas de agua y escarbó con las manos en la arena para acomodar en el suelo la base ligeramente redondeada de las vasijas. Sin embargo, esta vez, sus dedos chocaron fortuitamente con algo: el primer escalón de acceso a la tumba de Tutankamón.

El hallazgo de la primera tumba egipcia intacta asombró al mundo. En ella se encontraron múltiples objetos, entre los que había un gran número de muebles: seis camas, seis sillas, doce taburetes y más de 50 cofres y cajas, además de otras muchas piezas.

Diciembre de 1922, tumba de Tutankhamon | Los objetos apilados debajo del sofá del león (Carter n. ° 35) contra la pared oeste de la Antecámara incluían un cofre de marfil y ébano (Carter n. ° 32), ‘cajas negras en forma de santuario’ (Carter n. ° 37 y 38) y un silla de ébano (Carter nº 39). | Fotografía de Burton 0020 © Griffith Institute, Universidad de Oxford, coloreada por Dynamichrome

Algunos de aquellos primeros taburetes estaban hechos de madera curvada mediante el empleo de calor. Además, eran plegables, y constaban de dos bases unidas entre sí, a modo de silla de cámping. En la parte superior se colocaban pieles tensadas que servían de asiento.

Otros tenían la forma ya conocida del típico taburete bajo de tres y cuatro patas con recubrimiento de madera, fibras naturales o piel. En cualquier caso, lo importante es que se trataba del mueble más importante del antiguo Egipto, pues lo usaban desde personas de clase social baja hasta reyes, mientras que las sillas estaban reservadas solo a la nobleza y los estratos superiores.

Diciembre de 1922, tumba de Tutankhamon | Carros desmontados y los ‘Toeris’ (Ammut) (Carter n. ° 137) y sillones con cabeza de vaca (Carter n. ° 73) en el extremo sur de la Antecámara. | Fotografía de Burton 0012 © Griffith Institute, Universidad de Oxford, coloreada por Dynamichrome

La especial relación entre las barras de bar y de restaurante y los taburetes altos.

 “Encontramos taburetes en el Egipto antiguo y en la Grecia y Roma clásica. Se utilizaban en el interior de las casas y como asiento de trabajo. Así se mantuvieron también en la Edad Media”, escribe el historiólogo Fausto Sánchez-Cascado.

“A lo largo de la Edad Moderna (siglos XV a XVIII), van a coexistir los taburetes bajos de trabajo y normalmente de tres patas, con taburetes más sofisticados por los materiales utilizados o la tapicería”, continúa. Fue la aristocracia francesa la que dio nueva vida a este mueble, que comenzó a ser personalizado con incrustaciones, grabados, iniciales de la familia y materiales más especiales, como aleaciones de metales y madera valiosa.

No obstante, pese a que se han utilizado barras desde tiempos inmemoriales para servir comida y bebida, no es hasta la aparición del restaurante y el bar ‘modernos’, que se data a finales del siglo XVIII, cuando comienzan a popularizarse los taburetes altos en la hostelería.

Es ya en el siglo XIX cuando este tipo de muebles supera su tradicional simpleza más allá de los palacetes nobles y se impregna de las tendencias de la época, diseñándose acorde a los estilos Imperio, historicista-ecléctico, y, a final de siglo, siguiendo también los dictados del Art Nouveau.

Fue también en esa época cuando se popularizó en bares y restaurantes el taburete Thonet, una variante de la famosa silla 14 que revolucionó el mercado gracias a su facilidad de producción y transporte en masa y sus costes asequibles. El mismo poseía la característica madera curvada común a toda aquella colección y ofrecía un reposapiés. Hoy en día sigue utilizándose, tal y como vemos en la siguiente foto.

¿Qué debes tener en cuenta para elegir los mejores taburetes para tu bar o restaurante?

 Para elegir el taburete que mejor se adecúe a la barra o las mesas de tu bar o restaurante hay que tener en cuenta diferentes factores. Los más importantes son la altura del asiento, el material del que esté hecho y la comodidad que brinde.

1. Altura del taburete

Para empezar, debemos saber el alto que necesitamos, para lo que hemos de fijarnos en la altura de la barra o la mesa. La regla general dice que el espacio que quede entre esta pieza y el asiento debe rondar entre los 25 centímetros y los 30 centímetros. De esta manera, para una barra de unos 100 centímetros, por ejemplo, el asiento tendría que estar en torno a los 70-75 centímetros del suelo.

Es el caso de Atlantic Gris, un taburete alto estilo Mid Century – Contemporáneo con estructura de acero negro con patas de aguja acabadas en pintura en polvo negra. Su asiento y su respaldo, cosido a rombos, están tapizados en piel sintética. ¿Su altura? 74 centímetros.

2. Material del taburete

Por supuesto, debemos partir de la base de que haremos nuestra elección entre mobiliario contract, especialmente diseñado para aguantar el alto uso y la facilidad de limpieza que exige la hostelería.

Una vez que estemos seguros de que la calidad del producto va a ser la adecuada, podemos pensar en el material -o materiales- en el que esté fabricado atendiendo tanto a cuestiones estéticas -el estilo del bar o restaurante-, como a cuestiones prácticas -el peso del taburete-.

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Si, por ejemplo, estamos buscando piezas que no queremos que se muevan demasiado, podemos optar por taburetes pesados y elegantes como Grant, de estilo a caballo entre Industrial y Vintage, con estructura de acero con acabado en pintura en polvo y asiento tapizado en piel.

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Si, por el contrario, buscamos darle un look fresco a nuestro bar o restaurante y, a la vez, contar con taburetes ligeros y fáciles de mover a la par que estables, existen opciones como el taburete alto estilo nórdico Virtus, con estructura tubular de acero con acabado en pintura en polvo negra y asiento de rattan sintetico.

3. Comodidad del taburete

¿En qué parte de nuestro bar o restaurante va a estar el taburete? No es lo mismo elegir un asiento para que el cliente tome algo mientras le preparan la mesa, sabiendo que no va a pasar en él demasiado rato, que uno para cenar, que debe ser especialmente cómodo.

En el primer caso, bastaría con un taburete estiloso, distinguido y liviano como Clermont, de estilo Industrial, con estructura tubular de acero y asiento tapizado. Un taburete que brinda la comodidad óptima para animar al cliente a tomar algo de manera lo suficientemente confortable.

En el segundo caso, el del comensal que tomará un almuerzo o una cena en una de las mesas altas de nuestro restaurante, necesitamos un extra de confort. Por eso, merece la pena invertir en taburetes como Sagari Terracota, de líneas limpias y, a la vez, sofisticadas, con asiento y respaldo tapizados en textil, así como reposapiés en su estructura tubular de acero.

La elección de taburete para la mesa o la barra, un asunto primordial en hostelería.

Desde el Antiguo Egipto -y quizá antes-, los taburetes siempre han formado parte de la civilización. A partir del siglo XVIII, cuando se popularizaron los restaurantes y los bares tal y como los conocemos ahora, se hicieron indispensables al lado de la barra.

Hoy en día, cuando la barra se da por descontado en todo tipo de locales de hostelería y cada vez están más de moda las mesas altas, los taburetes se han convertido en un elemento que proporciona comodidad a la vez que afianza el estilo decorativo del establecimiento.

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Para elegir los mejores taburetes para nuestro bar o restaurante, debemos tener en cuenta la altura del asiento, el material en el que esté fabricado y la comodidad que proporcione, eligiendo siempre entre piezas de mobiliario contract, elaboradas especialmente para aguantar las altas exigencias de la hostelería.

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